Había una vez una niña llamada Sofía,  quien era alegre y muy inteligente. Sofía vivía en una casa con un gran jardín rodeado de árboles los cuales ocultaban un gran secreto.

El gran Ramoncito

Había una vez una abeja a la cual le gustaba volar de noche, en el medio del rocio, le encantaba ir a contemplar una flor en particular, una flor muy especial, un liciantus tricolor.

Cuando cumplió 7 años, Nicolás recibió como regalo de sus padres un telescopio. Desde ese momento, Nicolás buscaba todos los días en el cielo esperando ver a un extraterrestre.

Había una vez una pulga que vivía en perrito llamado Socrates, un golden retriever quien todavía era un cachorro.

Un buen día el sol se vio cubierto de nubes… no podía ver nada !!, solamente veía distintos tonos de grises a su alrededor y bien lejos podía adivinar que estaba el arcoiris con unos tenues colores.

Había una vez una sirena llamada Lila que vivía en lo profundo del mar.

Había una vez una isla en la cual vivían 7 sapos.